Descubriendo Buenos Aires: Un paseo por la ciudad de la furia


Descubriendo Buenos Aires: Un paseo por la ciudad de la furia


Descubriendo Buenos Aires: Un paseo por la ciudad de la furia

¡Hola! Soy Sabrina, soy periodista gastronómica y turística, tengo 26 años y nací y viví toda mi vida en Buenos Aires, Argentina. Podría decir mil cosas de mi ciudad, como que es la mejor ciudad del mundo, pero... ¿quién no dice eso del lugar que lo vió crecer?
Sí puedo contar que esta ciudad me dio muchísimas cosas y que, incluso habiendo conocido algunos lugares espectaculares en mi vida, no la cambio por nada del mundo. ¿Alguna vez vinieron a ver un partido de fútbol en Buenos Aires? Nada se compara, no hay que intentar ni siquiera buscarlo.

¿Qué puedo contar de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (que no es lo mismo que la provincia de Buenos Aires)? Mi ciudad es la ciudad más poblada del país, así como también su capital, y muchos la conocen también como Capital Federal. CABA - así lo abreviamos nosotros - está dividida en 15 comunas que albergan en total 48 barrios - cada uno con su estilo, su alma, y algo especial para contar.

Buenos Aires

Quienes vivimos en Buenos Aires somos llamados porteños, palabra que viene directamente de "puerto": en la antigüedad, el puerto de la ciudad (ubicado en el barrio de Puerto Madero) era el único en el que se podía desembarcar para ingresar al país, así que de ahí viene este título que tanto los enorgullece, por más que otras provincias elijan usarlo de manera despectiva. Sin embargo, es cierto que el término se usa en otros países para habitantes de lugares que cumplen con las mismas condiciones (es decir, que viven en la ciudad portuaria).

Como pasa en muchos países, y no considero que sea correcto, muchas veces la capital es lo más representativo hacia los ojos del exterior. Esto quiere decir que en el caso de Buenos Aires, por ejemplo, mucha de la simbología la rodea es la misma por la que nos conocen en el resto del mundo. ¿Un caso claro? ¡El tango! Buenos Aires es la capital mundial del tango, género musical que surgió hace aproximadamente 2 siglos como resultado de una fusión musical de las culturas de la región. Estas influencias fueron en su mayoría las gauchas - el gaucho es el habitante característico del interior de Argentina -, las españolas e italianas debido a la inmigración, y las africanas. Sin dudas, el tango es parte de nuestra identidad, de la identidad porteña.

Toda ciudad tiene sus curiosidades y datos interesantes, y Buenos Aires sin dudas tiene muchos. Sin embargo, esta es una selección de mis favoritos, para que conozcan mejor la ciudad y entiendan de qué se trata la vorágine en la que vivimos los porteños día a día - la más linda del mundo, por supuesto.

1. Buenos Aires es la ciudad con más librerías per cápita en el mundo
Con 25 librerías por cada 100.000 personas, es el paraíso para los amantes de los libros. Entre ellas, destaca El Ateneo Grand Splendid, una joya arquitectónica que funciona en un antiguo teatro y ha sido reconocida como una de las librerías más hermosas del mundo. Buenos Aires es la ciudad con más librerías del mundo - somos realmente gente muy lectora.

2. La pasión futbolera se refleja en su cantidad de estadios
La devoción de los porteños por el fútbol es innegable. Buenos Aires es la ciudad con mayor número de estadios de fútbol en el mundo. Algunos de los más emblemáticos son La Bombonera, hogar de Boca Juniors, y el Monumental, casa de River Plate.

3. Tenemos el subte más antiguo de Latinoamérica
El subterráneo de Buenos Aires, inaugurado en 1913, es el más antiguo de América Latina. La primera línea conectaba la Casa Rosada con el Congreso, atravesando la emblemática Avenida de Mayo.

4. La Casa Rosada y su peculiar color
La sede del Poder Ejecutivo Nacional debe su característico color rosado a una mezcla de cal y sangre bovina utilizada en su pintura durante el siglo XIX. Esta combinación no solo le otorgó su tonalidad distintiva, sino que también ayudaba a proteger las paredes.

5. Las calesitas: un clásico porteño
Las calesitas (carruseles) son parte del patrimonio cultural de Buenos Aires. Actualmente, sobreviven 55 calesitas ubicadas en espacios públicos, siendo un recuerdo imborrable de la infancia de generaciones de argentinos.

6. Una Estatua de la Libertad en el barrio Belgrano
En la Plaza Barrancas de Belgrano se encuentra una réplica de la famosa Estatua de la Libertad. Esta obra fue creada por Frédéric Auguste Bartholdi, el mismo autor de la original en Nueva York.

7. El centro geográfico de la ciudad está en Caballito
Aunque muchos consideran al Microcentro como el corazón de Buenos Aires, el centro geográfico real se encuentra en el barrio de Caballito, específicamente en la Avenida Avellaneda 1023. Una placa en el lugar así lo indica.

8. La Avenida Corrientes: el Broadway porteño
Conocida como "la calle que nunca duerme", la Avenida Corrientes es el epicentro teatral de Buenos Aires, albergando numerosos teatros, librerías y cafés que le dan vida a la escena cultural de la ciudad.

9. El Obelisco: construido en tiempo récord.
El icónico Obelisco, símbolo indiscutido de Buenos Aires, fue construido en tan solo 31 días e inaugurado el 23 de mayo de 1936 para conmemorar el cuarto centenario de la primera fundación de la ciudad.

10. La pizza porteña y su identidad única
La pizza en Buenos Aires tiene características propias que la diferencian de otras partes del mundo. Con una base esponjosa y abundante queso, es común acompañarla con una porción de fainá, una especie de torta de garbanzo que se coloca sobre la pizza.

¿Es suficiente todo esto para convencer a cualquiera de que venga a vivir a Buenos Aires? A mí me hubiera convencido. Y quiero detenerme un momento en algo mencionado en el punto número 8: no sólo Corrientes es "la calle que nunca duerme", sino que toda la ciudad lo es. Sí, sí, yo sé: así es como se le dice a Nueva York. Pero vamos a decir algo y espero que nadie se ofenda... cualquiera que haya ido a Nueva York sabe que, incluso siendo una de las ciudades más mágicas del universo, a eso de las 2 de la mañana ya no hay nada ni nadie en la calle. La ciudad sí duerme, y duerme muy bien. Buenos Aires no, Buenos Aires no duerme y eso la hace mágica. A cualquier hora, en cualquier barrio, siempre vas a encontrar un bar donde sentarte a tomar o comer algo, autos funcionando por las calles como si no existiera el horario, como si la noche fuera efectivamente nada más que una extensión del día. Esta es una de las verdaderas características de la ciudad y una parte fundamental de su esencia.

¿Y si hablamos de su gente? Porque una ciudad sin su gente no es nada, y los porteños somos personajes. Como decimos nosotros: somos intensos, pasionales, y hablamos rápido (muy rápido). Nos encanta gesticular, somos expertos en exagerar las historias y en ponerle drama a todo, pero también somos hospitalarios y amigueros. Si venís a Buenos Aires, lo más probable es que termines charlando con un desconocido en un café y recibiendo recomendaciones de lugares para visitar de parte de alguien que acabás de conocer. Hablando de esto, algo que distingue a Buenos Aires de muchas otras ciudades es su vida cafetera. No importa la hora ni el barrio en el que estés, siempre va a haber un café abierto esperándote. Y no hablo de las cadenas internacionales, sino de los cafés notables, esos que tienen historia y mesas de madera gastadas, mozos que te atienden de memoria, y ese ruido de tazas chocando que es casi un arrullo. Lugares como el Tortoni, el Margot o La Poesía son mucho más que bares: son instituciones porteñas, verdaderos templos de la charla y la escritura. Otro día puedo contar sobre los cafés de especialidad, pero hoy, es el turno de los clásicos porteños.

Otra cosa que quizás no sabías: Buenos Aires tiene la avenida más ancha del mundo. La 9 de Julio, con sus 140 metros de ancho, es un desafío para cualquier peatón apurado. Cruzarla de punta a punta puede llevar varios semáforos, pero es también una postal increíble, con el Obelisco en el medio y el icónico cartel de Evita Perón - icono argentino si los hay - iluminando la noche.

Más datos, no menos importantes, para entender realmente de qué se trata la ciudad, son los siguientes: si hablamos de transportes, no podemos olvidar los colectivos, o "bondis" como les decimos acá. Buenos Aires tiene uno de los sistemas de colectivos más complejos del mundo, con más de 180 líneas que conectan todos los rincones de la ciudad. Subirse a un bondi en hora pico es toda una aventura, pero también es la mejor manera de conocer la verdadera esencia porteña.

Si de arte hablamos, Buenos Aires es una ciudad de museos. El Museo Nacional de Bellas Artes alberga una de las colecciones más importantes de Latinoamérica, con obras de Van Gogh, Monet y Goya. Pero también hay museos más curiosos, como el Museo del Jamón (dedicado a la charcutería española) o el Museo de la Pasión Boquense, que cuenta la historia de Boca Juniors con una pasión que solo los hinchas de Boca pueden entender.

Pero si hay algo que no puede faltar en una charla sobre Buenos Aires es la comida. Porque la gastronomía porteña es un reflejo de su historia, de la inmigración italiana y española que marcó su identidad, junto con las tradiciones criollas que ya existían desde mucho antes de la inmigración. Como dijimos, la pizza al molde, con una cantidad obscena de muzzarella, es un clásico. Lo mismo que la milanesa napolitana, los churros con dulce de leche y, por supuesto, el asado. Ir a una parrilla porteña es una experiencia religiosa, donde el ritual del fuego, la provoleta derretida y las achuras son parte del corazón de nuestra cultura. Y no podemos hablar de comida sin hablar de dulce de leche. Argentina produce el mejor dulce de leche del mundo (perdón, Uruguay, pero es verdad) y lo pone en absolutamente todo. Facturas, alfajores, helado, tortas... no hay nada que no mejore con dulce de leche. Si venís a Buenos Aires, tenés que probar un buen helado de dulce de leche en alguna heladería tradicional como Rapa Nui, Cadore u Obrador Florida.

Al final del día, Buenos Aires es caos y pasión, es historia y modernidad conviviendo en cada esquina. Es una ciudad que puede ser agotadora, que te desafía y te enamora al mismo tiempo. Es imposible no vivirla intensamente, porque Buenos Aires no se visita, se experimenta. No lo digo sólo por haber nacido y vivido acá toda mi vida, cualquiera que haya pasado un tiempo en la ciudad te lo puede asegurar. Buenos Aires es, definitivamente, una de las mejores ciudades del mundo.

Y vos, ¿te animás a descubrirla?

Saludos,
Sabrina Palmieri

 


Este artículo fue escrito por Sabrina Palmieri para Traveossa. Todos los derechos reservados.
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Etiquetas : Argentina, Sabrina Palmieri
 
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